


La lámina transparente y metálica difiere en propósito y uso. Aquí compartimos los mejores consejos sobre cómo y cuándo usarlos.
Aluminio o plástico: ¿cuál elegir?
Aluminio
Llévalo si necesitas poner algo con olor fuerte en el frigorífico (el recipiente debe estar bien envuelto).
También vale la pena usar papel de aluminio al calentar alimentos en nuestro horno de estufa, ya que retiene perfectamente el calor (sin embargo, ¡nunca debe usarse en el microondas!).
El aluminio también es útil cuando congelamos productos en recipientes de plástico (una capa de lámina metálica limita el acceso del aire, lo que contribuye a la descomposición de, por ejemplo, la carne).
Vale la pena recordar que la lámina tiene dos lados:
- La luminosidad refleja, por ejemplo, el calor, por lo que debe estar en el exterior, si queremos, por ejemplo, prolongar el frescor de un bocadillo llevado en una mochila.
- La cara mate del film “absorbe” la temperatura, por lo que debe quedar al exterior si envolvemos en aluminio platos sometidos a temperaturas extremas (p. ej. congelación, cocción).
Asimismo, este tipo de film no debe utilizarse para productos ácidos, ya que se genera una reacción nociva que modifica las propiedades de muchas bebidas y alimentos.
El plastico
Ideal para almacenar productos frescos, por ejemplo, triturados. Algunas películas son adecuadas para su uso en el microondas. El plástico no reacciona con el ácido. Sin duda, esta es una de sus principales ventajas. Sin embargo, no es tan resistente como el papel de aluminio, aunque se puede introducir con seguridad en el microondas, algo que no podemos hacer en el caso de utilizar papel de aluminio.